No cabría más vida en mi alma
que la que emana de tus ojos
cuando me miras
y renace de la claridad de tus pupilas,
sincera criatura que con tu paso
todo el universo dominas,
de tu lado sublime es la alegría,
quizá no me atreva a navegar los
mundos que tu mirada destila
ni retoñen mis tormentas por de nuevo
encontrarte tan oculta y tan intima...
Por ti, en el estertor de un
crepúsculo sin tu silueta se
agolpan los latidos por recordarte,
y el delirar del día en vano calma mi noche,
ahora, los versos viven extendidos
en la estela afilada de tu ausencia
y tus huellas ya no conllevan la
soberana presencia de aquel alma
por tu cuerpo sostenida.
En mi recuerdo, reclamaré al
universo la felicidad que ardía en
tus ojos y el calor de aquellas
brasas que resplandecían en la
alegría de tu mirada,
me quedaré callado.
Puede que aún me divierta
hacer charcos con el tiempo desparramado...
JJJ